Ante la posible prolongación del calendario de cierre de las centrales nucleares, las compañías energéticas reiteran su solicitud de una reducción en la carga fiscal, mientras evalúan si presentar formalmente una petición de prórroga.
En los últimos meses han aumentado las intervenciones en defensa de la energía nuclear y las demandas de alivio fiscal, no solo por parte de las empresas del sector, sino también desde la patronal, representantes políticos y asociaciones locales.
Respecto a una posible petición de prórroga, los principales responsables de las compañías eléctricas apuntaron que el principal problema es económico porque, según confirmaron, es muy complicado asumir el aumento de las cargas fiscales.
Las empresas solicitan una reducción de la presión fiscal que soportan las centrales nucleares, lo que incluye la tasa Enresa y diversos impuestos autonómicos y locales. Esta tasa se destina a cubrir los costes de gestión del combustible nuclear gastado y de los residuos radiactivos generados durante la operación de las centrales, así como su futuro desmantelamiento y clausura al final de su vida útil.
Ver noticia en: El Periódico de la Energía
