Las principales propietarias de las centrales nucleares, Iberdrola y Endesa, han decidido un golpe de timón en la negociación con el Gobierno sobre sus pretensiones para prorrogar la vida útil de los reactores que ahora desplegarán en solitario y directamente con la vicepresidenta tercera, Sara Aagesen, y ya no solo por extender la actividad de Almaraz, sino por los siete núcleos que forman el parque nuclear español.
Cabe destacar que ambas eléctricas enviaron una carta a Aagesen para transmitirle su posición a favor de extender la vida útil de las plantas nucleares. Una carta que no firmó Naturgy, y que desde el Ministerio para la Transición Ecológica se considera una mera declaración de intenciones sin una propuesta formal para modificar el calendario de cierre nuclear.
En este caso, las dos primeras quieren negociar más en petit comité con Aagesen entendiendo que Naturgy parece en estos momentos más interesada en la generación de electricidad con gas natural, que le reporta más beneficios que hacerlo con energía nuclear. En todo caso, la posición de Naturgy es extender la vida útil de Almaraz hasta 2030 mientras se negocia todo el calendario para todas las centrales.
Para que cualquier decisión sobre prorrogar la vida de una determinada central deberá contar necesariamente con la unanimidad de todos sus propietarios —de Iberdrola, Endesa, pero también Naturgy, por ejemplo, en el caso de Almaraz—.
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