Las centrales nucleares se diseñan con una estimación de vida de 40 años, aunque no existe ninguna limitación legal sobre la duración de la operación. Si la central está bien mantenida y se realizan en ella continuas inversiones de mejora (en el caso de España son 40 millones de euros por central y año), la operación puede ser a largo plazo y más allá de los 40 años indicados.
En países como EE.UU. más del 60% de las centrales tienen el permiso de licencia para operar a 60 años, siempre que se demuestre frente al organismo regulador competente (Nuclear Regulatory Commission), que dispone de las condiciones de seguridad requeridas para operar ese tiempo, en el que la seguridad es supervisada continuamente.
El funcionamiento del parque nuclear en España hasta los 60 años, significaría la producción de 1.200.000 millones de kWh, que es equivalente al consumo eléctrico de todo el país durante cuatro años, y evitaría la emisión de más de 800 millones de toneladas de CO2 a la atmosfera.