El director de la principal organización de investigación nuclear de Canadá, Joe McBrearty, presidente y director general de Canadian Nuclear Laboratories (CNL), afirmó ante los delegados que asistían a la Exposición sobre el Desarrollo del Ártico que los pequeños reactores modulares (SMR) tienen el potencial de servir como fuente segura, rentable y fiable de energía limpia en regiones como el Ártico canadiense, sirviendo de base para la prosperidad medioambiental, social y económica.
Según el OIEA, en todo el mundo hay unos 70 SMR en distintas fases de desarrollo y dos reactores de investigación operativos en China y Japón.
Sólo uno se ha puesto en marcha comercialmente: el Akademik Lomonosov, una central nuclear flotante anclada frente a la costa rusa del Ártico.
En noviembre de 2018, Canadá publicó una hoja de ruta de los SMR, identificando las oportunidades en el sector argumentando que la tecnología ayudará al país a lograr un futuro bajo en carbono y en la actualidad ya muestra la idea de convertirse en un líder mundial en el mercado de los SMR.
En el caso de los emplazamientos remotos, las autoridades canadienses aseguran que los SMR pueden proporcionar energía y calor limpios, económicos y fiables a las minas y las comunidades circundantes, reduciendo o eliminando la dependencia del gasóleo.
«Consideramos que los pequeños reactores modulares son una oportunidad para integrarse con las energías renovables y complementar otras opciones energéticas de baja emisión de carbono ayudando así a que Canadá pueda cumplir sus objetivos climáticos», afirma Keyes Niemer, director de proyectos de CNL.
Sin embargo, un grupo de científicos ha planteado dudas sobre el coste y la seguridad de los SMR a lo que Niemer ha contestado que muchos de los reactores están diseñados para funcionar durante 20 años y tienen características únicas que los hacen más seguros que las grandes instalaciones tradicionales, dijo.